En una declaración que ha capturado la atención de todo el país, el presidente Gustavo Petro anunció el inicio de un nuevo proceso de diálogos de paz con el Clan del Golfo, el mayor grupo armado al margen de la ley después de las antiguas FARC. Esta vez, Catar actuará como país mediador, un movimiento inédito que demuestra la seriedad de la apuesta por la construcción de paz. Petro extendió la invitación al Ejército de Liberación Nacional (ELN) para retomar las conversaciones, subrayando que la paz solo será posible con la participación de todos los actores implicados.

Desde la Casa de Nariño se insiste en el respaldo internacional, que se presenta como una garantía de transparencia para la sociedad civil y como señal de que el proceso será observado por la comunidad global. Distintas organizaciones sociales y víctimas del conflicto han recibido el anuncio con una mezcla de esperanza y escepticismo, recuerdan los desafíos de intentos anteriores y exigen ser incluidas en la veeduría de los acuerdos. La noticia se suma a las discusiones recientes sobre seguridad, justicia transicional y reparación a las víctimas.